En ADAAC no disponemos de un refugio donde alojar a los gatos que rescatamos. Por eso, una vez que hemos rescatado a un gato y tras la pertinente visita al veterinario, el gato va a una casa de acogida. De esta forma podemos conocer mucho mejor el carácter del gato, se le puede sociabilizar si es necesario y ver si tiene algún otro problema. La convivencia del gato con una familia hace que sea mucho más sencillo conocer el carácter del gato, facilitando así su adopción posterior.
Por eso insistimos tanto en las casas de acogida, para nosotros son tan importantes como las adopciones. Las casas de nuestros voluntarios ya están saturadas y esto nos limita mucho la capacidad de ayudar a los peludos más necesitados. Si quieres ayudar a los peludines, pero no quieres que sea de forma indefinida puedes hacer de tu hogar una casa de acogida. ¿Te animas?
¿Cómo funciona una casa de acogida?
Lo primero y tras haberte decidido a ser casa de acogida es contactar con nosotros enviándonos un e-mail a acogidas@adaacolmenar.org, posteriormente concertaremos una visita con vosotros para conoceros y ver si vuestro hogar reúne los requisitos para ser casa de acogida, en particular nos fijaremos en las protecciones de las ventanas puesto que como ya hemos explicado en este artículo para nosotras es algo imprescindible en cualquier hogar gatuno.
Una vez que veamos que vuestro hogar es apto nos pondremos en contacto con vosotros para llevaros al peludo afortunado que comenzará a compartir su vida con vosotros. Veréis lo agradecidos que son los animales rescatados, una vez se sienten fuera de peligro comienzan a dar todo su amor, seguro que os robarán el corazón.
En el caso de que no os podáis hacer cargo de los gastos del animal, nosotros os proporcionaremos todo lo necesario para el peludo, incluído los gastos veterinarios.
Les pedimos a las casas de acogida que nos mantengan informados en todo momento del estado de salud de los rescatados, que nos envíen fotos y comentarios de los peludos para poderlas publicar y que salgan adoptados cuanto antes para que otro peludo necesitado pueda ocupar su sitio.